Hace algunos años vi la película "El Mariachi" de Robert Rodriguez y quedé impresionado con el esfuerzo del director y el reparto y el éxito que coronó esa empresa. Pero no fue sino hasta que vi "Clerks" de Kevin Smith, cuando concebí la idea de aplicar la lección en el mismo terreno. Ambas películas fueron hechas teniendo todo en contra: tiempo, recursos, ausencia de actores profesionales, etc. Sin embargo hoy día son clásicos del cine y los directores han hecho carreras exitosas.

 

"El Mariachi" costó US$7,000, de los cuales par de miles los consiguió Rodriguez volviéndose rata de laboratorio: se sometió por dinero a pruebas de una medicina para el colesterol. "Clerks" costó aproximadamente US$27,000, dejando a Smith casi en la quiebra; el rodaje se hacía a una hora en la que los "actores" habían salido de sus respectivos trabajos. Sin embargo, luego de esos inicios modestos, ambos directores han pasado a dirigir grandes estrellas del cine con presupuestos multimillonarios.

De esos ejemplos ha surgido este proyecto de "El aspirante", que sin ser  "aspirante" a un éxito similar, pretende ser una vía segura de diversión para todos los involucrados; una experiencia sin igual y algo para conservar y recordar, pues no todos los días a una persona común y corriente se le presenta la oportunidad de actuar en una película. Y por que no, podría también tener un futuro inesperado. Sorpresas siempre hay en la vida, sino sólo hay que preguntarle a Rodriguez o a Smith.

 

Para que la idea fuera factible, la película debía estar basada en algún guión que fuera simple de ejecutar. La historia no debería presentar retos mayúsculos de actuación, sino ser algo llevadero y razonablemente entretenido. Con todo eso en mente escribí el guión que aquí les presento a continuación.