Personajes:
JOHN, aspirante al círculo interno de la
cofradía de los Caballeros Shinobi
SENSEI, jefe local de la cofradía de los
Caballeros Shinobi
LISA, amiga de John, compañera de cofradía
ARROGANTE, agente de la cofradía para la
prueba #1
DISIPADO, individuo licencioso y agente de
la cofradía para la prueba #2
NINJA, asesino enmascarado, agente de la
cofradía para la prueba #3
ROSINNA, antigua novia de John
Otros:
Matones del DISIPADO
INTRODUCCION
Una avenida con poco tránsito vehicular.
John camina con esfuerzo por el margen. Es un individuo joven, de unos treinta
años. Lleva en la mano un bastón negro del que intenta apoyarse. La mano
izquierda está ensangrentada, así como la camisa en el costado derecho. Su cara
está sucia y presenta diversos golpes y magulladuras. A poca distancia se
observa un complejo de apartamentos.
(Voz en OFF)
Es irónico que esto termine cerca de donde
empezó...la verdad es que no habría entrado nunca en la cofradía si el papá no
hubiese mandado a Rosinna fuera. Habría llevado tal vez...otra vida...qué se yo...
Se desploma.
3
DIAS ATRÁS
SEC. 1. INT. DIA
Una habitación desprovista de muebles. Sólo
una alfombra. El Sensei habla con John.
El Sensei es un individuo mayor que
John, pero es difícil establecer su edad con precisión. Tiene una persistente
actitud analítica. Se expresa con tranquilidad y sin visible emoción, como
impartiendo una charla.
SENSEI: ...es que los Caballeros Shinobi no
somos una sociedad común y corriente. Aunque nadie en la calle nos conozca, no
por eso somos menos poderosos. Mejor que sea así porque no nos interesa la
publicidad ni darnos a conocer de esa manera. Funcionarios del gobierno y altos
mandos del ejército y la policía se cuentan entre nuestros clientes más asiduos.
Nuestro origen es japonés, como supondrás por el nombre y sobre todo, es muy
antiguo.
JOHN: Sensei, todavía hoy, después de tanto
tiempo, hay muchas cosas que no entiendo. Por ejemplo, el reclutamiento. El
criterio...
SENSEI (interrumpiendo): John. Ya te
lo dije tiempo atrás. No hay nada especial en eso. Los candidatos que nos
interesan son los que se han destacado consistentemente en las artes marciales.
En tu caso, te teníamos en la mira desde que ganaste el campeonato de Ju-Jutsu.
Luego de eso, la beca para el estudio de armas marciales vino de nosotros.
JOHN: Sí, ya usted me había dicho. Otra
cosa que me extraña, en una época como ésta, dominada por armas de fuego
sofisticadas, el interés de la cofradía en el uso de la espada. ¿Hay alguna
razón específica para eso?
SENSEI: Existe. Pero la respuesta a ésa y a
muchas otras interrogantes no puede serte revelada todavía. Todo lo sabrás a su
debido tiempo. Si logras superar las pruebas finales a las que serás sometido,
los secretos más profundos de nuestra sociedad te serán revelados y pasarás a
ser parte de un grupo muy selecto de nosotros que llamamos "el círculo interno".
Debes saber que desde ya tienes aquí muchos enemigos, porque otros de tus
compañeros no fueron escogidos para estas pruebas.
JOHN: ¿Puedo saber de qué se tratan las
pruebas?
SENSEI: Sólo puedo decirte que en tu caso específico
son cuatro. Cada aspirante enfrenta pruebas diferentes en número y forma.
Estudiamos cuidadosamente la vida de cada cual, por lo que cada prueba tiene su
propósito específico. Tenemos recursos para ello: nuestros servicios son muy
bien remunerados. Cuando termine tu preparación y mires en retrospectiva,
comprenderás claramente lo que digo.
JOHN: Confío que así será. La cofradía es como
mi familia, haría cualquier cosa por ella.
SENSEI: Me alegra oírte hablar así. ¡Ese es
y debe ser el espíritu! Tengo altas expectativas puestas en ti, John. Desde hace
muchos años vengo observándote. Una entidad como ésta no se perpetúa por sí
sola: requiere reclutamiento cuidadoso e inteligente. Sé que tienes tus
defectos, pero estas pruebas completarán perfectamente tu formación. Tus
instrucciones están en este sobre. Se limitan a decirte dónde debes ir. No
debes fallar.
JOHN: No fallaré...aunque imagino que no será
fácil.
SENSEI (poniéndose de pie para finalizar
la reunión): No, no lo será. En ningún sentido.
Sale John y el Sensei se queda solo.
SENSEI: John, John...siempre has sido un caso
único. Por eso sólo la última de tus pruebas es verdaderamente relevante.
Porque sólo tienes un defecto...pero es más que suficiente para ser tu perdición.
SEC. 2. INT. DIA
Área exterior de una academia, con
aspecto de parque. Árboles y algunas mesas y bancos. John y Lisa conversan, sentados
en un banco.
Lisa viste de negro riguroso. Es una
mujer joven y atractiva, pero su rostro luce triste y su mirada se pone dura
por momentos.
JOHN: Mis pruebas empiezan a partir de
mañana. Me siento bastante confiado, pero a pesar de eso estoy algo nervioso.
LISA: Es normal. Yo lo estaría también.
JOHN: Algo que últimamente me molesta es la
actitud de la gente aquí. Parecen como incómodos por haber sido yo uno de los
elegidos en esta oportunidad.
LISA: Muchos aspirantes tienen años muertos
tratando de conseguir un chance. Pertenecer al círculo interno no es sólo un
gran logro en términos espirituales, sino materiales. Aunque ninguno de
nosotros sepamos exactamente en qué consiste el asunto, es claro que la
cofradía te asegura un ingreso por el resto de tu vida. Y no pequeño.
JOHN: A mí eso no me interesa para nada. Y
aunque me interesara, sería asunto mío, ¿qué tiene eso que ver con ellos?
LISA: Envidia, pura envidia. Creen que
siendo unos mediocres rastreros van a salir adelante. Pero la cofradía no falla
en elegir los mejores, créeme. Claro que los menos dotados atribuyen a un
lambonismo superior al de ellos lo que no han podido lograr con habilidad.
JOHN: Cuando fui contactado para formar
parte de la cofradía, tuve mis reservas. Todavía pienso que algo aquí está raro...algo
como que no me cuadra, no sé...ahora lo siento más que nunca, ahora que estoy más
cerca de pertenecer de verdad. Pero el Sensei me inspira confianza. El me ha
inspirado bastante a continuar. Tú también. Todos estos años, tú siempre has
estado conmigo. Me has dado ánimos siempre.
LISA: Mira, la verdad es que siempre algo
me ha dicho que eres único. Que eres extraordinario. Desde que te vi por
primera vez. Y no me equivoqué. Por cierto, algo muy importante...
JOHN: Dime...
LISA: Toma esto (le da un sorbete). Te será
útil. ¿Recuerdas lo que nos contaron del tipo aquel que no se emborrachaba en
las bebederas?
JOHN: Sí, lo recuerdo.
LISA: Muy bien, eso. Recuérdalo. No te
puedo decir por qué ahora. Pero lo sabrás más tarde.
JOHN: Lo tendré en cuenta. Gracias, Lisa. Hablamos
luego, que tengo que empezar a prepararme. Mi jornada empieza mañana en la
mañana.
LISA: Buena suerte.
JOHN: Sí...la necesitaré.
John se va bajo la mirada atenta de Lisa.
SEC. 3. EXT. DIA
Un prado solitario. Un camino rodeado de
árboles. John avanza lentamente por el camino mirando el papel con las
direcciones. Lleva un bastón negro en la mano, que oculta una espada muy
afilada. Simula que cojea y que se apoya en el bastón.
Interceptando el camino, el Arrogante
hace su aparición. Es un individuo joven, de estatura regular, con una continua
expresión burlona y desdeñosa en la cara.
ARROGANTE: Qué tenemos aquí. Otro candidato
a caballero del círculo selecto. Otro filete para darle gusto a mi cuchillo.
John permanece en silencio, mientras
guarda el papel.
ARROGANTE: ¿Callado? Entiendo que sientas
miedo. Es normal. Y eso, que no tienes idea de quién tienes enfrente. Pero no
te preocupes: todo terminará pronto. Hay formas peores de morir. ¿Sabes lo que
es esto? (saca una larga tira de papel, que desenrollada llega al suelo). Es
la lista de aspirantes a caballeros que he matado. Mi destreza es inigualable,
muy comentada y celebrada en las reuniones de los altos mandos. Será un gran
honor para ti perder la vida a manos mías. Hombres como yo sí que de verdad
nacen una vez cada cien años. Cualquier otro que haya dicho lo mismo estaba
hablando disparates.
JOHN: En verdad que hay mañanas en que uno
se levanta destinado a oír un montón de porquerías.
ARROGANTE: Creo que en vez de desperdiciar
tus últimas palabras insultando a otros, por demás muy superiores a ti,
deberías pensar en tu alma. Te recomiendo una oración...un Padre Nuestro no estaría
mal. Pero rápido. No tengo todo el día para matarte. Otro candidato me espera
al mediodía.
JOHN: Ya veo que alguien se va a saltar una
de las pruebas.
Ambos se cuadran en posición de combate.
Tras unos momentos de estudiarse, el Arrogante se lanza sobre John, quien lo
elimina en un abrir y cerrar de ojos. El Arrogante se desploma con un grito
apagado.
JOHN: (dirigiéndose al cadáver mientras
envaina) Creo que te equivocaste de carrera. Como Gerente de Mercadeo,
habrías sido muy exitoso.
Da la espalda y se aleja.
SEC. 4. DIA
John camina lentamente, pretendiendo
cojear, sumido en sus pensamientos. Se detiene un momento y observa
detenidamente su bastón negro, en el que se ve una inscripción en caracteres
orientales.
SEC 4.1. EXT. DIA (FLASHBACK)
John se presenta ante el Sensei, que
está sentado en el suelo de una habitación.
JOHN: Señor, aquí estoy.
SENSEI: John, me informan que ya vas a
pasar a prácticas con espadas de verdad. Tu desempeño, disciplina y dedicación
hasta ahora han sido sobresalientes.
JOHN: Gracias, señor.
SENSEI: No me agradezcas lo que no es un
elogio. Te llamé para darte algo, como un estímulo para que sigas
desarrollándote.
Le entrega un bastón negro que esconde
una espada de acero.
JOHN (Con emoción e inclinándose para
agradecer): Es magnífica. Es un gran honor, señor. ¿Cómo le puedo
agradecer?
SENSEI: Ya te dije, no me agradezcas. Sigue
como vas y eso será poco para lo que recibirás. Fíjate que tu nueva espada
tiene una inscripción en japonés. Significa: "Mi fuerza reside en el sueño de
quien me guía". Puedes irte ahora.
JOHN: ¡Gracias, señor!
John sale muy emocionado de la
habitación.
SEC. 5. EXT. DIA
John se acerca a un patio, en una
mansión. En una terraza hay una mesa con vasos desechables y dos botellas de whisky.
Sentado en una silla está el Disipado.
El Disipado es un individuo mayor sin
ser anciano, de rostro sonriente y de ánimo festivo. Vientre protuberante que
se frota con frecuencia. Varios individuos de aspecto sombrío están sentados
no muy lejos de él: son mortíferos asesinos a su servicio.
DISIPADO: ¡El nuevo aspirante al círculo
interno! Bienvenido.
JOHN: Gracias. Me alegro de haber
encontrado la dirección. No fue cosa fácil pero aquí estoy. ¿Cómo le va?
DISIPADO: Como ves, muy bien. Siéntate, por
favor. La cofradía invita y los tragos hoy corren como río. ¡Me encanta esta
prueba! Probablemente no te han dicho nada, pero de lo que ésta se trata es de
un duelo de tragos. Gracias a la cofradía, vivo una vida de agradable
disipación y nadie me gana bebiendo.
JOHN: (en voz baja) ¡Un duelo de
tragos! ¡Ahora entiendo! (en voz alta, dirigiéndose al Disipado) Una
vida muy agradable, sin duda... (Se sienta)
DISIPADO: Te estaba esperando. La regla es
que no puedo beber ni una gota antes de empezar el duelo. Por cierto, supongo
que también sabes que ante la cofradía usualmente me reservo el derecho de
cortarles la cabeza a los aspirantes que fracasan. En el caso tuyo,
considerando tus altas calificaciones y el prestigio que te antecede, tu cabeza
momificada supondrá una excelente adición a mi cuarto de trofeos. Tengo unas
cuantas cabezas de prestigio ahí. Es una pena que no lo llegues a ver en vida.
JOHN: Gracias por su aprecio. Pero si mi
destino es ser parte de una exhibición, mínimo me debieron haber avisado, para
ir a un salón o ponerme algún maquillaje.
DISIPADO: Te sientes muy seguro de vencer,
¿eh? Déjame decirte que esta prueba muy pocos aspirantes la pasan. La cofradía
no la considera vital, sólo importante. Pero yo me doy el gusto de eliminar a
quien me place. Aunque no me conozcas, yo sí he oído hablar de ti y debo
confesar que desde hace años esto se ha convertido en un asunto, ejem...personal.
Dejémoslo ahí. Lo que sí te puedo decir, es que es muy importante para mí que
mis muchachos te corten la cabeza. No te preocupes, no dolerá - estarás
completamente borracho.
JOHN: Bueno, así no se me caerá más el
pelo. Y no tendré necesidad de hacerme un implante.
DISIPADO: (irritado ante la actitud
calmada y burlona de John) Ya está bueno de pendejadas. Que empiece la
fiesta.
JOHN: ¡Que empiece!
Se sirven. Cada cual tiene su propia
botella de la cual servirse. Bajo la mesa, John sigilosamente saca el sorbete
que le dio Lisa y lo clava en la parte inferior de su vaso desechable, haciendo
que el whisky fluya a través del sorbete y caiga en la grama debajo de la mesa.
Ni el Disipado ni sus matones se dan cuenta de la artimaña.
DISIPADO: Debería ponerme en huelga y matar
a todos los aspirantes que me envían si la cofradía no cambia el whisky que
mandan para la prueba. Pero qué se le va a hacer. Total, a caballo regalado no
se le mira el colmillo y menos si incluye la cabeza del jinete, ¿no crees?
SEC 5.1. EXT. TARDE.
John y el Disipado continúan bebiendo.
En la mesa hay varias botellas de whisky vacías y dos a medio llenar. El Disipado
está visiblemente borracho y desaliñado. John, en cambio, no muestra señal
alguna de embriaguez.
DISIPADO: No...entiendo. ¿Cómo diablos has
podido resistir así? (Se pasa las manos por la cara). ¡Es imposible!
JOHN: Podríamos decir (tomando un trago
de whisky) que siempre he tenido vocación para la vida bohemia...aunque no sea
de cerveza que hemos hecho el duelo...
DISIPADO: Yo...yo no puedo más. La cabeza me
da vueltas y tengo ganas de vomitar. Pero una cosa tengo para decirte: lamentablemente
para ti, yo no soy un buen perdedor. En el caso particular tuyo tengo razones
especiales para disponer de ti. (Dirigiéndose a sus asesinos) ¡Mátenlo!
John se pone de pie rápidamente. Los
asesinos lo rodean. Mientras tanto, el Disipado mira con ojos vidriosos el vaso
de John y se da cuenta del truco.
DISIPADO: Desgraciado. Ya sabía yo que algo
raro había. (Saca una pistola y se pone con mucho esfuerzo de pie). ¡Muérete,
maldito!
John ve que el Disipado va a disparar.
Se voltea y lanza la espada, que alcanza al Disipado antes de poder consumar el
hecho. El Disipado se derrumba sobre la mesa, derribando las botellas. Desarmado,
John se enfrenta a los asesinos, pero los elimina a todos.
JOHN (mirando alrededor con recelo):
En verdad que por andar en tragos por poco pierdo la cabeza.
SEC. 6. TARDE, CASI NOCHE
Una avenida con mucho tránsito vehicular.
A mucha distancia, se distinguen unos complejos de apartamentos. John camina
lentamente en su habitual pretensión de cojera, sumido en sus pensamientos.
JOHN (voz en OFF): Las casualidades
de la vida. Ese complejo de allá debe ser el mismo donde vivía Rosinna con su
papá. El viejo del diablo ese nunca quiso ni verme. Luego la mandaron para
fuera. No sé ni dónde. Sin explicación. ¿Sería expresamente para alejarla de mí?...no,
no, seamos realistas. Seguro que la mandaron a estudiar o qué se yo. Por
suerte no tuve mucho tiempo para lamentarme. Empecé con la cofradía y no he
tenido tiempo para más nada desde entonces. Pero con Rosinna alrededor nunca me
habría metido en la cofradía. Y nunca más he sabido de ella. Hacen muchos años
ya. Sólo me queda el recuerdo...y esto (Saca del bolsillo un fragmento de
madera)
SEC 6.1. EXT. DIA (FLASHBACK)
John y Rosinna conversan en un mirador,
muy cerca el uno del otro.
ROSINNA: Te tengo un regalo, lo mandé a
grabar hoy. (Saca una cruz de madera) Esta cruz se divide y cada parte
la debemos conservar hasta el día que nos casemos. Ese día juntamos la cruz de
nuevo y queda unida para siempre. Mi parte dice John, la tuya dice Rosinna. ¿Te
gusta?
JOHN: Muchísimo. La tendré siempre conmigo.
Se abrazan.
SEC 6.2. EXT. TARDE, CASI NOCHE.
John ha abandonado la avenida. Siguiendo
las instrucciones recibidas, toma un atajo por una zona con muchos árboles. Hay
mucha neblina. John percibe que algo no anda bien, por lo que se detiene con expresión
preocupada. Súbitamente desenvaina y detiene la trayectoria de un objeto
dirigido hacia él. Lo recoge del suelo y lo mira: se trata de un dardo ninja.
JOHN: (en voz baja y en guardia, mirando
alrededor con rostro preocupado). Muy peligroso. Estas cosas casi siempre
están envenenadas.
Súbitamente otro dardo lo alcanza en la
mano izquierda, al tratar de cubrirse la cara. Se inclina para evitar un tercer
dardo, que se clava en un árbol cercano.
JOHN: ¡Estoy perdido! (Se arranca el
dardo).
De entre los árboles surge el siniestro
Ninja, amenazante y silencioso. Viste de negro y no se distingue con claridad
debido a la neblina, que también da un aspecto de irrealidad a la escena.
JOHN: Y éste...
¿de donde salió?
El Ninja y John se estudian y empieza el
combate. El Ninja parece dominar y consigue herir a John. Ante la mirada
asqueada de John, el Ninja introduce los dedos untados de sangre de John bajo
su máscara y prueba la sangre. John introduce ajustes en su ataque y defensa, logrando
herir al Ninja. Imitando al Ninja, prueba la sangre de éste, pero la escupe con
asco. Finalmente el Ninja resulta herido de nuevo y cae de rodillas, perdiendo
la espada. John se acerca lentamente.
NINJA: Espera, John...no me mates. Soy yo...Lisa
(Se quita la máscara)
JOHN: (Sorprendido) ¿Qué? ¿Lisa?
LISA (llorosa): Sí, soy yo misma...John,
te lo juro...esto no es lo que parece. Hay cosas que no sabes...déjame, déjame que
te explique.
John se acerca entre confundido y
cauteloso.
LISA (entre lágrimas y con la cabeza baja):
John...perdóname...
Saca una espada corta que tenía oculta y
sorprende a John, atravesándolo en un costado.
LISA: Pero así tiene que ser...
Con expresión de incredulidad, John retrocede
y cae al suelo. La sangre brota de su costado derecho.
LISA: Tienes que morir. Mi misión, mi
destino es ser número uno. Tú siempre has sido eres mi principal estorbo...en
más de una forma.
JOHN:
Eso...eso no es verdad. Yo siempre he sido tu amigo.
Gradualmente la tristeza va abandonando
el rostro de Lisa, siendo reemplazada por una expresión de dureza.
LISA: ¿Amigo? ¿Y quién tiene amigos en la
cofradía? Eso sólo se le puede ocurrir a un infantil como tú. (Patea a John
en el suelo, que pierde la espada y rueda por el suelo). Siempre te hice
creer que era una aspirante. Pero yo pertenezco al círculo interno. La mejor. Mi
técnica nunca tuvo igual. Hasta que apareciste tú y al Sensei se le cogió
contigo. Lo que más me irrita es ser segunda. En la cofradía, en ti...claro que
para ti siempre fui un trapo con el que te sonabas la nariz, maldito.
JOHN: No, Lisa...yo...
LISA: Cállate. (Vuelve a patear a John)
Para mí que tú y el Sensei son un par de maricones. Eso explicaría
muchas cosas. Total, qué me importa. ¿Me oyes? ¡No me importas nada ya! ¡Nada! Hoy
tú eres historia.
Se acerca a rematar a John, quien se
pone de pie tambaleante. Cuando Lisa se acerca, logra esquivar su ataque,
recuperar la espada y herirla mortalmente. Lisa suelta la espada corta y con
ojos desorbitados, trata de contener inútilmente los intestinos con las dos
manos.
(Visto desde la distancia) John termina
con la agonía de Lisa de un tajo en el cuello.
JOHN (Cae de rodillas y se tapa los
ojos): ¡Dios! ¡Por qué las cosas tienen que ser así!
Solloza en silencio.
SEC. 7. EXT. ANOCHECE
Una avenida con poco tránsito vehicular.
John camina con esfuerzo por el margen intentando apoyarse en el bastón. La
mano izquierda está ensangrentada, así como la camisa en el costado derecho. Su
cara está sucia y presenta diversos golpes y magulladuras. A poca distancia se
observa un complejo de apartamentos.
Se desploma de la debilidad, pero se
pone de pie trabajosamente y sigue caminando. Se nota que deja un rastro de
sangre al andar.
JOHN (voz en OFF): No entiendo. El
veneno no ha hecho efecto. Pero si esto sigue así no hará falta veneno...estoy
perdiendo mucha sangre.
Cae de nuevo, primero de rodillas y
luego al intentar levantarse, le fallan las piernas y cae completamente al
suelo.
JOHN (voz en OFF, sonrisa débil de cara
al suelo. Le pesan los párpados): Se siente bien el descanso. (Pausa)
Tanta sangre, tanto odio...si aquí termina todo para mí, no estará mal. No se
perderá nada. Nadie, ni yo, va a lamentarlo. No me hace falta vivir, como para
tener miedo de morir.
Cierra los ojos.
SEC 7.1. EXT. NOCHE
Un carro se detiene en el margen de una
avenida poco transitada. Una mujer joven y muy bella, de algunos veintisiete o
veintiocho años, se desmonta y se dirige hacia John, que está tirado en el
suelo.
ROSINNA: ¡John!
Examina a John. Todavía respira.
ROSINNA: Está más muerto que vivo.
Lo introduce con mucho esfuerzo en el
carro.
SEC. 8. INT. DIA.
John se despierta en un sofá, en la sala
de un apartamento de tamaño regular. Tiene la mano izquierda vendada, así como
el costado y tiene bandas en la cara. Busca ansiosamente el bastón con la
mirada y lo descubre en el suelo al lado del sofá. Se apoya en el bastón para
incorporarse. Rosinna ve que despertó y se aproxima a él.
JOHN: ¿Rosinna? ¿Estoy soñando o qué?
ROSINNA: No, no es un sueño. ¡Cuánto
tiempo, eh, John!
JOHN: Estoy muy confundido...no sé ni cómo
llegué aquí.
ROSINNA: Estabas mal herido cuando te
encontré. Pero tu capacidad de recuperación es asombrosa. Estabas desmayado,
pero ya ni siquiera sangrabas.
John mira el vendaje en su costado y
recuerda lo sucedido, pero calla prudentemente.
JOHN: Fue...fue que me asaltaron. ¿Cuánto
tiempo tengo aquí?
ROSINNA: Un par de días. Tienes suerte: ninguna
herida afectó órganos vitales.
JOHN: Me alegro de estar vivo. Pero mucho
más me alegro de verte.
ROSINNA: ¿Cómo te sientes ahora?
JOHN: Creo que sobreviviré. Si después de
todo todavía estoy vivo, seguiré así...
ROSINNA: Cuando te vi tirado envuelto en
sangre, pensé que después de tanto tiempo sin verte, te iba a encontrar hecho
un cadáver.
JOHN: Pues no fue así. Pero que me encontraras
me parece una casualidad tan increíble... Cuéntame de ti. ¿Estás....casada?
¿Hijos? Supongo que éste era el apartamento donde vivías con tu papá, pero si
nunca me quiso ver, aquí no me querría ni de relajo. Imagino que no vive
contigo ya.
ROSINNA: Sí, este es el apartamento que era
de mi papá. Vivo aquí, pero no me he casado. Mi papá vive en otro lado, le ha
ido muy bien con los negocios.
JOHN: En aquellos tiempos teníamos planes
de casarnos.
ROSINNA: Hacen muchos años ya. Éramos muy
jóvenes.
JOHN: Un día desapareciste y no te volví a
ver...
ROSINNA: Fue mi papá...El tenía cierto
rechazo por ti. Pero años después te buscó y trató de verse contigo. Y no
pudo.
JOHN: Bueno, eso después de todo tiene
sentido. No he estado muy en la calle que digamos en los últimos tiempos.
ROSINNA: Tengo que salir un momento, John.
Pero vuelvo pronto. Siéntete como en tu casa.
JOHN: Gracias por todo, Rosinna. Aquí estaré.
ROSINNA: Adiós.
John la mira detenidamente mientras
sale. La puerta se cierra y John queda solo.
JOHN (Voz en OFF): Las cosas suceden
por alguna razón. Quizás esto sucede para que deje atrás tanta violencia y
tanta sangre.
Saca del bolsillo y besa el fragmento de
la cruz de madera.
SEC. 9. INT. DIA.
John está tirado en un sofá cuando la
puerta se abre de repente y para su sorpresa, es el Sensei.
JOHN: (poniéndose de pie) ¡Señor!
¡No lo esperaba!
SENSEI: Imagino que no. He venido para tu
última prueba. Ya es hora.
JOHN: ¿La...última prueba? ¿Aquí?
SENSEI: Sí, efectivamente. Las cosas han
salido casi exactamente como las planifiqué al principio. Aunque Giovanni y Lisa
no habrían muerto si se hubieran llevado de mí. Todo eso fue consecuencia de la
testarudez y de poner sus sentimientos por encima de la lealtad a la cofradía.
JOHN: Supongo entonces que usted está
enterado de todo. Si, lo de Lisa fue muy duro para mí. En cuanto al tal
Giovanni, no sé de quién habla. No conozco a ningún Giovanni.
SENSEI: El tipo de tu segunda prueba. Aquel
del duelo de bebida.
JOHN: Ah, OK, ese...Bueno, yo no tenía nada personal
en contra de él. Sólo me defendí.
SENSEI: Lo sé. En cuanto a Lisa, ni
remotamente iba a participar en tus pruebas. Fue ella que insistió por años.
¡Años! Estaba claramente obsesionada contigo. Insistió tanto que me cansé y
prácticamente la mandé a la muerte. Ella no debía usar veneno, pero en su
situación me di cuenta de que no iba a actuar según las reglas, así que me
aseguré de que el supuesto "veneno" que usara en las armas fuera completamente
inofensivo.
JOHN (Pensativo): Eso hace sentido. Lo
que no entiendo es lo del Giovanni ese y qué tiene que ver conmigo.
SENSEI: De hoy en adelante no hay secretos
para ti. Todo lo sabrás.
JOHN: Entonces, la cofradía....
SENSEI: ...es la institución de asesinos a
sueldo más sofisticada del mundo.
JOHN: ¿Asesinos a sueldo? ¿Todos estos
años he pertenecido a una banda de criminales? La verdad...en el fondo estuvo
siempre delante de mis ojos. ¡Tanto entrenamiento para matar gente con
perfección no podía tener otro objetivo!
SENSEI: Banda de criminales suena muy bajo
para lo que somos. Somos y siempre hemos sido muy poderosos. En países
subdesarrollados como éste es que más filiales tenemos. Aunque en los países
desarrollados es que mejor pagan por nuestros servicios.
(Mira atentamente a John, como tratando de descifrar lo que piensa, pero
éste permanece con expresión neutral. Así que continúa).
SENSEI: Una vez querías saber por qué el
uso de espadas. Un servicio perfecto para nuestros usuarios es un asesinato
perfectamente ejecutado. Sin arma homicida, sin rastros. Las espadas son
perfectas para nuestros fines. De una bala se puede inferir mucho, pero las
armas blancas son silenciosas, baratas y en manos de gente como nosotros, muy
efectivas. Los trabajos que hacemos...
JOHN (interrumpiendo): Diga mejor,
los asesinatos de personas inocentes.
SENSEI: No son personas "inocentes". Son objetivos.
Tampoco es que siempre sean tan "inocentes" como los describes. Total. Tú menos
que nadie puedes hablar. Tengo años observándote. Eres un asesino nato: frío,
implacable, poco menos que infalible. No te tiembla el pulso para matar a
nadie, ni siquiera te tembló para terminar con tu mejor amiga. Tú eres la
persona indicada para tomar mi lugar algún día. Ahora que sabes la naturaleza
de los Caballeros Shinobi, ¿Estás dispuesto a pertenecer al círculo interno?
JOHN: Sensei...usted se equivoca. Yo...yo no
soy un asesino. He matado siempre en defensa propia. No podría...ejecutar a
nadie. Además, estoy considerando dejar la cofradía. Y si me va como espero, hasta
quizás me case.
SENSEI: Claro. Claro. Eso, exacto. Eso es
lo único que siempre te faltó trabajar. Ese asunto tuyo con la muchacha
aquella. Al principio era un estorbo hasta para que pertenecieras a la
cofradía. Así que contactamos a Giovanni de inmediato. Y entre todos llegamos a
un acuerdo satisfactorio...
JOHN (Visiblemente nervioso): No sé,
no sé de qué habla.
SENSEI (Continuando): ...porque todo
el mundo tiene un precio. Así mismo. Nos costó mucho dinero. Pero no reparamos
en gastos cuando se trata de un buen prospecto, porque una sola misión exitosa
recupera la inversión. El problema fue que Giovanni terminó viéndote como una
amenaza a su nivel de vida. Temía que su hija rompiera el acuerdo para irse
contigo.
Entra Rosinna e interrumpe la
conversación, con lágrimas en los ojos.
ROSINNA: (abraza al Sensei): Él
estaba muy equivocado. Pobre papá...tenía tantos proyectos...tantas ganas
de vivir. (Se dirige al Sensei) ¿Por qué no me habías dicho que papá fue
asesinado?
SENSEI: ¿Y lo preguntas?
Rosinna baja la cabeza, pero la levante
de nuevo y mira a John con rabia apenas contenida.
JOHN: ¡Rosinna...! Créeme...Yo...yo no sabía...
ROSINNA: (Llorando) Tratándose de
matar gente eres muy hábil. Pero para todo lo demás, eres un imbécil a tu
conveniencia.
El Sensei le hace un gesto a Rosinna
para que se calme y ella adopta una actitud de resignación, pero de vez en
cuando dirige miradas de odio hacia John. Al ver que se ha calmado, el Sensei
se dirige a John.
SENSEI: John, ésta es tu prueba
final. Aquí se prueba tu lealtad a la cofradía y a tus superiores. Tienes que
tomar la decisión. No puedes vencernos. Únete a nosotros. Seremos más que una
familia para ti. Una familia muy poderosa. ¿Estás dispuesto?
John baja la cabeza. Un momento de
silencio. Mira brevemente a Rosinna, que sigue mirándolo con odio. Entonces
baja la cabeza de nuevo.
JOHN: Ya nada tiene sentido para mí. Nada
de lo que soy, nada de lo que he sido hasta hoy. Pero ya de sangre he tenido
suficiente.
Levanta la cabeza, luce decidido.
JOHN: Esta es mi respuesta: no soy, no
quiero ser un asesino. No quiero nada con ustedes. Olvídense de mí.
John avanza hacia la puerta. El Sensei
luce muy decepcionado, pero desenvaina y detiene a John con la espada. Rosinna
saca una pistola.
SENSEI: John, no es así tan fácil. Ahora
sabes más de lo que debes saber. Si tu respuesta es no, de aquí no puedes salir
vivo.
JOHN: Así sea.
John retrocede y adopta una actitud
defensiva. A su vez, Rosinna levanta el arma y le apunta. El Sensei le baja el
arma con la mano y hace un gesto de inconformidad por unos instantes.
SENSEI (Siempre tranquilo y con actitud analítica):
Este será un desperdicio muy lamentable. Aunque como duelo sea un reto
interesante.
El Sensei súbitamente ataca a John,
quien está todavía visiblemente débil, pero se defiende como puede. Sus heridas
claramente han vuelto a sangrar. El Sensei sin duda es la fuerza dominante en
la pelea, pero eso no tranquiliza a Rosinna, que está excitada y nerviosa.
Finalmente ella se desespera y levanta el arma para matar a John, quien está de
espaldas. John ve el reflejo en el cristal de un cuadro y se inclina a tiempo.
El disparo alcanza al Sensei en el pecho. El Sensei se derrumba, con la misma
apariencia analítica que ni siquiera en esas circunstancias le abandona.
ROSINNA: (Corre hacia el Sensei y lo
toma en sus brazos. El Sensei intenta inútilmente decir algo, pero muere). ¡No!
¡No es justo, no! (Rosinna se levanta con decisión y renovadas lágrimas en
los ojos. Apunta a John con la pistola).
JOHN (Con ojos húmedos): Rosinna...
ROSINNA: ¡Maldito desgraciado! ¡Todavía no
nos has matado a todos!
JOHN: Rosinna...tú no eres así. Dejemos todo esto
atrás...
John cierra los ojos con fuerza.
ROSINNA: ¿Qué diablos sabes tú de cómo soy
yo? El (señala al Sensei) y yo llevábamos ya bastante tiempo juntos. Y
por tu culpa murió. También mataste a mi padre. Mataste a tu amiga. Has matado
a todo el que te rodea. Ave de mal agüero, eso es lo que eres. ¡Vete al
infierno de donde saliste!
Todavía con los ojos cerrados, John levanta
la espada y lanza un tajo en el momento en que Rosinna dispara. John siente el
impacto de la bala y cae de rodillas, sollozando en silencio. Deja caer la
espada. Se nota que está sangrando profusamente. Detrás (borrosamente) se ve a
Rosinna desplomarse.
SEC 9.1. EXT. ATARDECER.
Un camino solitario. John camina
lentamente, como siempre pretendiendo cojear y apoyarse en el bastón. Viste
distinto. Mira a la distancia y ve el complejo donde vivía Rosinna. Saca del
bolsillo el fragmento de madera que Rosinna le dio, lo mueve en los dedos por
un instante, como pensando. Entonces lo tira lejos.
JOHN (voz en OFF): Es como no haber
vivido. Ni antes ni después. Todo en mi vida ha resultado una ilusión. He
vivido queriendo atrapar al viento. Jugando con la muerte. Pero por alguna razón,
sigo vivo. Y mientras hay vida hay esperanza. Y si hay esperanza, también puede
haber otra vida...
John se detiene y mira el bastón por
unos momentos. Desenvaina y envaina rápidamente. Respira hondo. De repente tira
lejos el bastón. Entonces empieza a caminar erguido, normalmente, hacia el
atardecer.
FIN