En mi opinión la canción más representativa de las promesas rotas es "Tea in the Sahara" de The Police: tres hermanas
le ruegan a un tipo que tome té en el Sahara con ellas y el tipo accede. Ellas fueron al Sahara cada año pero el tipo nunca
apareció. Creo que se secaron en el Sahara las pobres infelices, esperando por él. Lo que no me gusta de esta canción es que
el deseo enfermizo de las hermanas de tomar té con el tipo era como cosa de gente medio turuleca, no sé y eso me arruina bastante
la canción. Como que cualquiera les habría sacado pie...
Eso nos deja con otra pieza que cuadra perfectamente con el tema: el clásico "Volveré" más conocido en la voz del dominicano Ruby
Pérez pero original del artista español Chiquitete. La versión de Ruby es más un tour-de-force de su voz que un asunto
de expresar sentimientos. Uno tiende a oír en esa versión más los indudables méritos vocales de ese cantante dominicano que
otra cosa, lo cual no está mal, sólo que ése no es el punto en este comentario. El pobre Chiquitete no le llega a Ruby ni
remotamente en potencia ni altura vocal, pero en mi opinión expresó mucho mejor el sentimiento de la canción.
Esta es la historia de un marinero que frecuenta distintos puertos en su ruta. Ella es una prostituta. Quien cuenta la
historia es él.
"La conocí en la taberna la vi, pedí una copa de vino
Me dijo vente a mi mesa y yo le dije vente conmigo"
La cosa se aceleró y pasaron rápidamente a copulación de conejos rechos. ¡Y es que no es cosa fácil jugar con el queso
de un marinero!
"Subimos a un viejo cuarto los dos, hasta el alba nos quisimos
Me acompañó hasta mi barco, le di como un recuerdo
mi anillo"
Claramente los fluidos corporales corrieron como río y en general el asunto fue tan memorable que el marinero se inspiró
y le hizo la promesa central de esta historia:
"Volveré, porque te quiero, hasta tu puerto volveré,
Volveré, serás mi estrella si tú me esperas, volveré".
Hay que admitir que el tipo no dijo cuándo volvería. Y hay una especie de orgullo machista medio sádico en él, cuando
dice:
"No he vuelto por la taberna y por mí, pregunta a los marineros
Se sienta frente a la puerta y allí suspira por mis
recuerdos"
Es como si el tipo se sintiera orgulloso de tener a esa pobre infeliz amarrada a un futuro que él le prometió y que no
llega nunca. ¿Cuántos anillos similares tendrá regados por todos los puertos que visita? Si bien el paciente Ulises regresó
con su esposa Penélope en aquella otra historia, este otro marino no se define. Sabemos que de alguna manera se mantiene al
tanto de la vida de ella, porque sabe que ella pregunta y sufre por él.
Para colmo, el marino no sólo le arruinó la vida a la tipa, sino sus medios de ganarse el sustento, entiéndase su prometedora
carrera de prostituta, ya que
"Si alguno le da una copa se va,
Porque le enseña mi anillo"
El admite implícitamente que ha roto su promesa y al final de la canción no tenemos claro si pretende volver. Pero a
nosotros nos lo quiere poner bonito apelando a nuestros sentimientos románticos, diciendo
"No es una promesa rota, es ya la historia de un compromiso".
Sí, claro...la triste historia de la prostituta ingenua y el marino charlatán.